Nuestras aceras
En días pasados comentamos de la forma como los
motorizados han tomado el control de nuestras ciudades y su idea y práctica de
ir En Contra Vía. Después de escribir el tema de ir en contra vía me dispuse a
caminar por el centro de nuestra amada Barquisimeto, la ciudad más limpia de
Venezuela, ahhhh mundo. Decidí caminar por la carrera 21 desde la calle 22
hasta llegar a la calle 37 en busca de un soporte de hierro para hacer sopa a leña en
una olla de barro comprada en Quibor, unos baqueanos me dijeron que en la esquina
de la carrera 22 con calle 36 se consiguen los famosos soportes de
hierro.
Me dispuse a caminar a las tres y treinta de la
tarde de un soleado sábado, deje el carro y mis pertenencias solamente con la
cartera de los documentos personales y un par de billetes de veinte bolívares,
nada de celular, nada de tarjetas de crédito, cero plata, en shorts y con zapatos
deportivos con toda la alegría barquisimetana y mis deseos enormes de ver mi
adorada ciudad en efervescencia y me dispuse a hacerlo caminando por donde debemos ir los
peatones, por las aceras, respetando los pasos peatonales y los semáforos de
los carros pero que de alguna manera deben servir para los peatones.
Lleno de alegría tome la esquina del Informador
uno de los diarios insignes de la ciudad y empecé a caminar por la respectiva
acera, no había caminado más de cuarenta pasos cuando me encontré el primer
obstáculo, había un gran desnivel o paso a nivel sería correcto decirlo en la
acera, no entendí como si cada quien construyera su acera de acuerdo a sus
necesidades, seguidamente continúe por esta primera cuadra sin antes no
conseguir una serie de dificultades por los negocios de los buhoneros pero de
igual forma por la falta de la presencia de la acera, no hay acera en algunas
partes producto de nuestro tan mentado proyecto de transporte público que desde
sus inicio se planteó erradamente. Cómo es posible que el país con la gasolina
más barata del mundo y con las mayores reservas de petróleo probadas del mismísimo
mundo decidamos hacer un proyecto de transporte público eléctrico con toda la
implicación de la magnitud de una obra de este estilo? bueno nos quedamos en
algunas partes sin aceras ya que rompimos todo para planear las rutas de cables
y acometidas eléctricas correspondientes y cómo el proyecto no tuvo la tan
mentada ayuda de la Divina Pastora en su momento pues la ciudad quedó
descompuesta, descompuesta es un eufemismo.
Sigamos con nuestra caminata y nuestras
aceras, mientras mar cerca estábamos de la iglesia San José por la carrera 21
más obstáculos teníamos, el ancho de la acera varia increíblemente, los
desniveles son importantes a la hora de tomar precauciones, y su uso pasa desde
la presencia de buhoneros, estacionamiento de motos hasta vía para bicicletas y
motos, así estamos. Pasar de una calle a la otra utilizando los pasos peatonales
o rayados y el respeto al semáforo es tema de atención enorme incluyendo un
jeep de la policía que casi me lleva por delante ya que decidí pasar por la
cebra cuando el semáforo cambio a rojo y los peatones deberíamos poder pasar,
además de casi atropellarme recibí el respectivo saludo policiaco.
Lamentablemente nosotros los peatones
también formamos parte del desorden, no utilizamos las aceras, observaba como
la gente caminaba por la calle compitiendo con carros y buhoneros cuando tenían
oportunidad de caminar por la acera, quizás sabían que más adelante no había
acera por lo tanto iban por la vía natural. NO podemos seguir así, debemos empezar
a caminar por las aceras nuevamente y los responsables de poner orden deben abocarse
a la tarea de cumplir con sus deberes.
Después de unos veinte minutos de caminata
llegue a la carrera 22 con calle 36, en medio de un desorden producto de
nuestro deseado progreso, los negocios estaban cerrados, es sábado y producto
tanto de las nuevas reglas de descanso laboral como lo impráctico de nuestros
horarios laborales ahora tenemos menos tiempo para hacer las diligencias, ya el
sábado no es lo mismo que antes. De regreso decidí caminar por la carrera 22
hasta llegar a la avenida Vargas, para mí la más bonita de todas nuestras
avenidas pero lamentablemente descuidada por todos, algún día rescataremos
nuestra avenida Vargas. El regreso no fue diferente, las variaciones en el
diseño de las aceras entre una cuadra y otra inclusive en la misma cuadra nos
llevan a meditar mucho sobre el progreso, si sobre el progreso y si seguimos
esto de no planificar o cambiar continuamente la planificación de la ciudad no
llegaremos a ningún lado.
Los invito a caminar, si con toda la dificultad
que significa esto por los altos niveles de delincuencia pero a pesar de todos
los escollos los invito a caminar y entre todos a rescatar nuestra ciudad, ya
lo decía la Madre Teresa de Calcuta que el problema no era que la gente no
colaborara con los pobres el problema más grave es que hay gente que no le
importa que se mueran de hambre, esto lo decía la Madre Teresa de Calcula y
creo que aplica para nuestra ciudad, no es que no colaboren con nuestra ciudad
no les importa cómo está nuestra ciudad.
Todos, por el rescate de nuestra ciudad tan amada
y maravillosa, con un poquito que hagamos cada uno la solución es grande.
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